Durante años, se creyó que la exposición a los campos electromagnéticos generados por los teléfonos celulares podía ser una de las causas principales del desarrollo de tumores cerebrales. Sin embargo, una reciente revisión comisionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha arrojado resultados claros sobre la relación entre el uso de celulares y el cáncer.
¿Los celulares aumentan el riesgo de cáncer?
Según la OMS, los celulares emiten radiofrecuencias de baja potencia en un rango de 450 a 2700 MHz. La Sociedad Americana del Cáncer explica que estas ondas son una forma de radiación no ionizante, lo que significa que no tienen la capacidad de producir iones cargados al atravesar la materia. En términos simples, la energía que generan los teléfonos es tan baja que ni siquiera eleva la temperatura corporal de los usuarios.
Resultados del estudio de la OMS
El informe, titulado “El efecto de la exposición a campos de radiofrecuencia sobre el riesgo de cáncer en la población general y laboral: una revisión sistemática de estudios observacionales en humanos”, revisó 63 estudios realizados entre 1994 y 2022. Estos estudios evaluaban la relación entre la exposición a la radiofrecuencia de los celulares y distintos tipos de cáncer.
El equipo de investigación, liderado por Ken Karipidis, director adjunto de la Agencia Australiana de Protección contra la Radiación y de Seguridad Nuclear, en colaboración con instituciones de Nueva Zelanda e Italia, concluyó que no existen pruebas científicas que asocien el uso de teléfonos celulares con un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer cerebral u otros tipos de cáncer.
Con base en los estudios más recientes, no se ha encontrado evidencia suficiente que indique que el uso de teléfonos celulares aumenta el riesgo de desarrollar tumores cerebrales u otros tipos de cáncer. Aunque el debate sobre el impacto de los campos electromagnéticos continúa, los datos actuales proporcionan tranquilidad a los usuarios de estos dispositivos.