Médicamente se ha comprobado que el consumir una cerveza, una copa de vino, por muy mínima que sea la dosis ya suele ser un factor que podría alterar tus hábitos del sueño. Por esto es recomendable ingerir alcohol con ciertas horas previas a acostarse.
Algunas personas deciden beber antes de dormir con la creencia de que esto ayudará a lidiar con sus problemas de descanso, sin embargo, esto resulta en un factor desencadenante de repetición de manera cotidiana, lo que puede llevar a generar hábitos dañinos, así como también una adicción.
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Algunos otros efectos que repercuten en el sueño al consumir alcohol son:
- Bloquear el sueño REM – Genera afectaciones en el procesamiento de las emociones al dormir, lo que puede afectar también al día siguiente
- Secreción de hormona del crecimiento – Esta es una de las razones por las que no se recomienda el consumo de alcohol en menores de edad
- Fragmentación o interrupción constante del sueño
- Dormir sin generar sensación de descanso – Al consumir alcohol en exceso, existe el riesgo de sufrir de resaca, lo que entorpecerá tu día
- Puede aumentar los ronquidos
Fuente: informador.mx
