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Alimentos espaciales: cómo la NASA alimenta a los astronautas en el espacio

Alimentos espaciales: cómo la NASA alimenta a los astronautas en el espacio
Foto: Pixabay

Cuando pensamos en misiones espaciales, solemos imaginar tecnología avanzada, trajes espaciales y vistas impresionantes del cosmos. Sin embargo, hay un aspecto crucial que asegura el bienestar de los astronautas y ha evolucionado significativamente: los alimentos espaciales. Estos no solo deben proporcionar una nutrición adecuada, sino también adaptarse a las condiciones extremas del espacio.

Los primeros pasos: comida en tubos y cubos

En los años 60, durante los inicios de la carrera espacial, la comida que los astronautas consumían no era precisamente deliciosa. Los alimentos se presentaban en tubos de aluminio, similares a los de pasta de dientes, o en cubos comprimidos. Purés y líquidos espesos se exprimían directamente en la boca, y los cubos se consumían de un bocado. Si bien cumplían su función, la experiencia de comer en el espacio no era apetecible.

Evolución en las misiones espaciales

A medida que los programas espaciales progresaron, la tecnología de los alimentos también avanzó:

  • Proyecto Gemini (1965-1966): Introdujo los alimentos deshidratados, que se rehidrataban con agua antes de ser consumidos. Esto mejoró el almacenamiento y transporte de los alimentos.
  • Programa Apollo (1969-1972): Hubo una mejora notable en la variedad y calidad de los alimentos, con opciones como sopas, estofados, frutas y postres, haciendo la experiencia más placentera.
  • Estación Espacial Skylab (1973-1974): Se instaló una pequeña cocina en el espacio. Los alimentos, presentados enlatados, congelados o liofilizados, podían calentarse antes de ser consumidos.

Alimentos espaciales en la actualidad

Hoy en día, en la Estación Espacial Internacional (ISS) y con las futuras misiones a Marte en el horizonte, los alimentos espaciales han alcanzado un nivel impresionante de sofisticación. La mayoría de ellos se presentan en forma liofilizada, eliminándoles el 98% del agua para hacerlos ligeros y fáciles de almacenar. Solo necesitan reconstituirse con agua caliente o fría para ser consumidos.

Algunos alimentos, como sopas o guisos, son sellados en bolsas y sometidos a tratamiento térmico para eliminar microorganismos, asegurando que puedan durar largos periodos sin refrigeración.

Desafíos de la comida espacial

A pesar de los avances, aún existen retos importantes que los científicos están tratando de resolver:

  • Cultivar alimentos en el espacio: Se están experimentando sistemas hidropónicos y aeropónicos para cultivar vegetales frescos como lechugas y rábanos en el espacio. Esto será crucial para misiones de larga duración.
  • Manipulación en microgravedad: Los alimentos deben ser fáciles de manejar en entornos sin gravedad. Migajas o líquidos flotantes pueden dañar equipos o ser inhalados accidentalmente.
  • Durabilidad: Los alimentos espaciales deben durar más de un año sin refrigeración, lo que requiere técnicas avanzadas de conservación como la liofilización y el envasado al vacío.

El futuro de la comida en el espacio

A medida que nos acercamos a misiones más ambiciosas, como el regreso a la Luna y la exploración de Marte, la innovación en los alimentos espaciales será fundamental. El objetivo es no solo mejorar su sabor y variedad, sino también asegurar que cubran todas las necesidades nutricionales de los astronautas, proporcionando un equilibrio adecuado de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.

Fuente: El Imparcial

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