La muerte, aunque inevitable, en ocasiones ocurre de manera repentina debido a enfermedades no detectadas a tiempo o accidentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado las principales causas de mortalidad a nivel mundial, destacando cinco grupos de enfermedades que, en muchos casos, podrían prevenirse o tratarse con medidas adecuadas.
Enfermedades cardiovasculares: la principal causa de muerte
Las patologías cardiovasculares encabezan la lista de enfermedades más mortales. El doctor Carlos Briones, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), menciona que factores como la edad avanzada, el consumo de alcohol y tabaco, una alimentación inadecuada, los antecedentes familiares, la hipertensión, el uso de drogas, la inactividad física y la obesidad son las principales causas de estas dolencias. A pesar de los avances médicos, estas enfermedades siguen siendo la principal causa de muerte en todo el mundo.
Enfermedades infectocontagiosas: un riesgo constante
El segundo grupo de enfermedades más mortales son las enfermedades infectocontagiosas, producidas por virus, bacterias, hongos o parásitos, que se transmiten de diversas formas, como por vías respiratorias o contacto directo. Según la Clínica Mayo, algunas de estas enfermedades pueden transmitirse entre personas o a través de alimentos y agua contaminados, o por insectos u otros animales. A pesar de los esfuerzos por controlarlas, enfermedades infecciosas como la gripe, la tuberculosis y la malaria siguen afectando a millones de personas.
El cáncer: una de las mayores amenazas para la salud
En tercer lugar, el cáncer es una causa significativa de mortalidad global. Existen más de 200 tipos de cáncer, que son el resultado de la división incontrolada de células tumorales. Según el doctor Briones, 18 millones de personas son diagnosticadas anualmente con algún tipo de cáncer, siendo los más comunes el cáncer de mama, pulmón, colon, recto, próstata, estómago, hígado y cuello uterino. Algunos factores de riesgo incluyen el contacto con agentes carcinógenos como la radiación ultravioleta y el tabaquismo, así como la herencia genética y la exposición a ciertos virus y bacterias.
Otros factores que contribuyen a la mortalidad
Además de las enfermedades mencionadas, las infecciones respiratorias crónicas y la diabetes también figuran entre las principales causas de muerte. Estas enfermedades afectan a millones de personas en todo el mundo, especialmente en países con sistemas de salud insuficientes para brindar atención adecuada.