Envejecer puede ser un desafío para muchos, ya que con el paso del tiempo, es común experimentar cambios físicos y mentales que pueden afectar nuestra calidad de vida. Sin embargo, el envejecimiento no tiene por qué ser una experiencia dolorosa. Cuidar de nuestra salud puede marcar la diferencia entre un envejecimiento difícil y uno saludable y gratificante. Uno de los aspectos clave a considerar es mantener niveles saludables de glucosa en la sangre.
Aunque la genética puede desempeñar un papel importante en nuestra longevidad, es comprensible que la mayoría de las personas estén interesadas en descubrir el secreto para vivir una vida larga y plena.
Es por ello que la ciencia se ha dedicado a estudiar el cuerpo humano para identificar pautas que puedan contribuir a un envejecimiento óptimo, desde la nutrición hasta aspectos más específicos como el control de la glucosa.
Los niveles de glucosa en sangre, también conocidos como azúcar en la sangre, son esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Esta glucosa proviene de los alimentos que consumimos y es la principal fuente de energía. Sin embargo, cuando los niveles de glucosa no se controlan adecuadamente, pueden surgir problemas de salud como la diabetes.
Según la Clínica Mayo, los niveles normales de glucosa en sangre varían según la edad. Para adultos mayores, los rangos normales en ayunas oscilan entre 70 y 100 mg/dL (5 a 7.2 mmol/L).
Para mantener niveles saludables de glucosa en la sangre, es importante adoptar hábitos de vida saludables. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte:
- Mantén tu mente activa: Resolver crucigramas, hacer sudokus o rompecabezas puede mantener tu cerebro en forma.
- Cultiva una actitud positiva: La ansiedad, el estrés y el pesimismo pueden debilitar tu sistema inmunológico, así que trata de mantener una actitud optimista.
- No seas sedentario: El ejercicio moderado durante al menos 30 minutos al día puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre.
- Come de manera equilibrada: Incluye frutas, verduras, cereales y lácteos fortificados en tu dieta para asegurarte de obtener los nutrientes necesarios para mantener tu salud en óptimas condiciones.
