
El infarto de miocardio, o ataque al corazón, suele presentarse de manera súbita, pero en muchos casos existen señales previas que el cuerpo envía días o incluso semanas antes del evento. Reconocer estos síntomas puede ser vital para buscar atención médica a tiempo y prevenir complicaciones graves.
Síntomas que pueden aparecer días antes de un infarto
Molestia o dolor leve en el pecho
No siempre es un dolor intenso; puede sentirse como presión, ardor o incomodidad detrás del esternón. Estos episodios pueden ser intermitentes y desaparecer al descansar.Fatiga inusual y debilidad
Sentirse excesivamente cansado sin motivo aparente, incluso tras actividades cotidianas, puede ser una señal temprana de que el corazón está bajo estrés.Dificultad para respirar
El ahogo o falta de aire al realizar actividades leves puede indicar que el corazón no está bombeando de manera eficiente.Dolor en otras partes del cuerpo
El infarto puede manifestarse como dolor o molestias en:
Brazos, especialmente el izquierdo
Espalda
Mandíbula
Cuello
Sudoración excesiva y fría
Sudar de manera repentina y fría sin actividad física puede ser un signo de alerta cardiovascular.Náuseas o indigestión
Algunos pacientes experimentan malestar gastrointestinal, sensación de ardor o acidez, confundiendo los síntomas con problemas digestivos.Palpitaciones o irregularidades en el ritmo cardíaco
Latidos rápidos, irregulares o sensación de que el corazón “se salta” un golpe también pueden ser advertencias previas.
Factores de riesgo que aumentan la alerta
Hipertensión arterial
Colesterol elevado
Diabetes
Obesidad
Tabaquismo
Antecedentes familiares de enfermedad cardíaca
Qué hacer ante estos síntomas
No ignorar molestias leves o inusuales.
Consultar al médico para realizar exámenes como electrocardiograma, análisis de sangre y ecocardiograma.
Adoptar hábitos saludables: dieta equilibrada, ejercicio moderado, control de estrés y abandono del tabaco.
No todos los infartos ocurren de manera súbita. Prestar atención a signos como fatiga, dolor leve en el pecho, dificultad para respirar y malestar gastrointestinal puede ser la diferencia entre recibir atención temprana o enfrentar un episodio grave. Ante cualquier síntoma sospechoso, acudir al médico es fundamental.
