Numerosas personas experimentan ansiedad nocturna, un trastorno mental que se manifiesta al final del día, generando una jornada inquietante. La doctora María Santos Becerril Pérez, docente en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la ansiedad, una respuesta natural del cuerpo ante el estrés o el miedo, puede volverse patológica cuando comienza a interferir con las actividades diarias.
La ansiedad patológica abarca reacciones fisiológicas, cognitivas y emocionales. Algunos síntomas de la ansiedad nocturna incluyen dolor de estómago constante, sudoración excesiva en las manos, nerviosismo, dificultad para concentrarse, problemas para conciliar el sueño, malestares gastrointestinales, ideas catastróficas, ritmo cardíaco elevado y dolor en el pecho, entre otros.
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Para abordar la ansiedad, se sugieren cinco consejos prácticos:
- Respiración consciente: Practicar respiración profunda y lenta, llevando el aire al diafragma.
- Perspectiva realista: Recordar que las preocupaciones, por más trágicas que parezcan, están en la mente, y el cuerpo funciona correctamente.
- Evitar el aislamiento: No retirarse de la interacción social, ya que el distanciamiento puede aumentar las ideas catastróficas.
- Mantenimiento de actividades: Continuar con las actividades diarias en la medida de lo posible, sin abandonarlas.
- Terapia especializada: Acudir a terapia con un profesional para recibir orientación y apoyo.
Es esencial destacar que el uso de medicamentos psiquiátricos debe realizarse bajo la supervisión de un médico especializado, ya que automedicarse puede aumentar los episodios de ansiedad.
La doctora Becerril Pérez señala la importancia de analizar las situaciones que generan ansiedad y prepararse mentalmente antes de enfrentarlas. Recomienda la consulta con un psicoterapeuta si la ansiedad persiste, ya que la falta de ayuda profesional podría llevar al desarrollo de trastornos de ansiedad o fobias específicas.
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En la sociedad actual, caracterizada por el estrés, la prisa y diversos factores desencadenantes de ansiedad, es crucial reconocer las señales físicas y buscar ayuda a tiempo. El no abordar la ansiedad oportunamente puede llevar a su incapacitación, requiriendo medicamentos recetados por un psiquiatra.
Aunque ansiedad y depresión no son siempre compañeras, la doctora destaca que, en algunos casos, pueden presentarse juntas. Es fundamental que las personas aprendan a reconocer las reacciones fisiológicas de la ansiedad y respondan a ellas para evitar un cuadro más severo.
