Cuando el hígado no opera correctamente, el cuerpo emite señales que pueden manifestarse de varias formas, entre ellas, manchas en la piel que podrían ser indicativas de trastornos hepáticos. Según la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos (ASSCAT), estas manchas, aunque comúnmente asociadas con el envejecimiento, podrían ser un indicador crucial de la salud del hígado.
Es importante resaltar que no todas las manchas en la piel están necesariamente relacionadas con problemas hepáticos; algunas podrían ser simplemente reacciones alérgicas u ocasionadas por otros factores. No obstante, es esencial prestar atención a estos signos y someterse a una evaluación médica para descartar cualquier problema de salud subyacente.
TE RECOMENDAMOS: ¿Rechazar ser funcionario de casilla en 2024 tiene consecuencias?
Según la Fundación de Ayuda a Pacientes Hepáticos, existen varios tipos de manchas en la cara que podrían estar vinculadas con el mal funcionamiento del hígado:
- Angioma: Este tipo de mancha, característica de la cirrosis hepática, se presenta como pequeñas manchas rojas debido a la acumulación en los vasos capilares de la piel. Esta acumulación podría ser un indicador temprano de problemas en el hígado y requiere atención médica.
- Hemocromatosis: Esta afección ocurre cuando hay una acumulación de hierro en el hígado, lo que podría resultar en un oscurecimiento de la piel en la cara. Se observa especialmente en personas que han recibido múltiples transfusiones sanguíneas o que sufren de alcoholismo.
Estas manchas podrían ser solo el inicio de una serie de síntomas que señalan un problema hepático subyacente. Otros signos que también podrían acompañar a las manchas en la piel incluyen fatiga crónica, dolor abdominal, pérdida de apetito y cambios en el color de la orina y las heces.
TE RECOMENDAMOS: Persona fallece al enrollarse con flecha de camión en San Juan Chamula
Para preservar la salud hepática, es crucial adoptar hábitos de vida saludables, como mantener una dieta equilibrada, evitar el consumo excesivo de alcohol, hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable. Además, no se debe descuidar someterse a exámenes médicos periódicos para detectar cualquier problema hepático en etapas tempranas y recibir el tratamiento adecuado.