En la lucha contra el cáncer, la alimentación juega un rol crucial, y es esencial identificar aquellos alimentos que favorecen una salud óptima.
Los alimentos ricos en antioxidantes ofrecen beneficios que van más allá de retardar el envejecimiento y combatir alergias o inflamaciones, también son vitales en la protección contra el cáncer.
Por ejemplo, el té verde y negro, la cúrcuma y la granada son conocidos por inhibir la proliferación de células cancerosas en el cáncer de mama y próstata. El brócoli, además, no solo inhibe el crecimiento sino que también promueve la apoptosis (muerte) de las células cancerosas.
Una mala alimentación, ya sea por deficiencia o exceso de nutrientes, se asocia con un mayor riesgo de cáncer, según indican los médicos.
En este sentido, la alimentación es la primera línea de defensa contra el cáncer. Los polifenoles, compuestos naturales con propiedades antioxidantes, juegan un papel importante en la génesis y comportamiento de las células cancerosas.
Esto significa que los alimentos ricos en polifenoles podrían ser clave para modular o frenar el desarrollo de células tumorales, además de mejorar la salud cardiovascular.
Aunque alimentos como el té verde, el brócoli, la granada, los frutos rojos, la lechuga y otros vegetales de hojas verdes son ricos en polifenoles, su consumo natural rara vez es suficiente para obtener las cantidades necesarias.
Por esta razón, expertos en nutrición recomiendan el consumo de suplementos alimenticios de calidad. La evidencia ha demostrado que una dieta baja en antioxidantes y otros fitoquímicos está relacionada con un mayor riesgo de cáncer, en particular de mama, así como de páncreas, ovario, piel, próstata, intestino y esófago.
