El Banco de México ha anunciado recientemente una serie de medidas destinadas a mejorar la seguridad en las transferencias bancarias a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI). Estos cambios entrarán en vigencia a partir del 19 de diciembre, y buscan fortalecer la ciberseguridad y la capacidad de recuperación ante posibles ataques.
Las medidas se centran en dos niveles de operación: supervisión y técnico, e incluyen la implementación del Oficial de Seguridad de Información (CISO). A pesar de que la forma de enviar dinero no experimentará modificaciones, se realizarán ajustes en los marcos de ciberseguridad aplicables a las transferencias SPEI y SPID.
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El término “ciberresiliencia” ha sido adoptado por las autoridades bancarias para describir la capacidad de actuar frente a ataques y recuperar las operaciones. Según las directrices emitidas por el Banco de México, las instituciones bancarias deberán asegurarse de que el CISO tenga acceso a una lista detallada de personas con autorización para acceder a la información relacionada con las operaciones.
Esta lista debe incluir detalles como el nivel de acceso, los privilegios asociados, y la información vinculada a la operación SPID. Cada entidad bancaria también deberá proporcionar por escrito los nombres de las personas designadas para llevar a cabo estas funciones.
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Adicionalmente, como parte de estas iniciativas, el Banco de México ha lanzado la aplicación “Dinero Movil” (DiMo), una plataforma diseñada para transferencias electrónicas que solicita únicamente el número telefónico del usuario. Estas medidas buscan reforzar la seguridad en el ámbito financiero y proteger a los usuarios ante posibles amenazas cibernéticas.