El precio del limón ha experimentado un fuerte aumento en diversas regiones de México, debido a la interrupción de actividades por parte de productores y empacadores. Esta suspensión es consecuencia directa de la creciente inseguridad en las zonas productoras, donde el crimen organizado ha intensificado las extorsiones, forzando a los trabajadores a detener sus labores en busca de mayor seguridad.
Según informes del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), el precio del limón ha alcanzado niveles alarmantes en varias entidades, superando los 20 pesos por kilogramo en algunas regiones. En otras áreas, el costo ha escalado aún más, llegando a 40 pesos por kilo, lo que subraya la gravedad de la situación.
En la Ciudad de México, el impacto ha sido particularmente severo. En las cadenas de supermercados internacionales que operan en la capital, el precio del kilo de limón ha alcanzado casi 50 pesos, afectando considerablemente a los consumidores. Esta tendencia también se ha observado en el Estado de México, donde el precio ha llegado hasta 46 pesos por kilogramo. Hidalgo tampoco ha escapado de esta crisis, con un aumento significativo en el precio del limón, subiendo de un máximo de 27 pesos a entre 36 y 42 pesos.
Esta crisis afecta tanto a los consumidores como a los pequeños comerciantes que dependen de la venta de limones para su sustento. La inestabilidad en el precio ha generado incertidumbre en el mercado, y se teme que, si la situación no mejora, los precios continúen subiendo en las próximas semanas. Mientras tanto, consumidores y comerciantes enfrentan un desafío económico en torno a este producto básico.