En 2023, México registró 799,869 defunciones, destacando las enfermedades del corazón, la diabetes y los tumores malignos como las principales causas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este número representa una disminución respecto a los dos años anteriores, influenciada en gran medida por el descenso en muertes relacionadas con el COVID-19, que habían elevado significativamente las cifras. La tasa de mortalidad se redujo a 619 muertes por cada 100,000 habitantes, en comparación con las 659 de 2022.
Distribución de mortalidad por región
La Ciudad de México encabezó la lista con la tasa de mortalidad más alta, registrando 841 defunciones por cada 100,000 habitantes. En contraste, Baja California Sur mostró la tasa más baja, con 467 muertes por cada 100,000 personas.
Causas de muerte según sexo y tipo
Las cinco principales causas de defunción en 2023 en México fueron enfermedades del corazón, diabetes, cáncer, accidentes y enfermedades hepáticas. Si bien tanto hombres como mujeres compartieron las tres primeras causas, para las mujeres las siguientes causas fueron enfermedades cerebrovasculares y neumonía, mientras que para los hombres fueron los accidentes y las enfermedades del hígado.
- Enfermedades cardíacas: En total, 189,210 personas fallecieron por problemas cardíacos (88,726 mujeres y 100,669 hombres), una cifra inferior a los 200,023 registrados en 2022.
- Diabetes: Hubo 110,059 muertes atribuibles a la diabetes (55,702 mujeres y 54,356 hombres), reflejando una reducción en comparación con el año anterior.
- Cáncer: Los fallecimientos por tumores malignos aumentaron a 91,562 personas (47,976 mujeres y 43,595 hombres), en comparación con los 89,574 decesos en 2022.
Muertes por causas externas
Además de las enfermedades, las muertes por accidentes y agresiones también representan una parte significativa. En 2023 se contabilizaron 40,275 defunciones por accidentes y 32,252 por agresiones.
Este informe subraya la importancia de la prevención y atención en salud pública para reducir los riesgos de enfermedades crónicas y accidentes, contribuyendo así a mejorar la expectativa de vida de la población mexicana.
