La batalla contra la tercera ola de calor lleva a los mexicanos a incrementar su consumo de agua natural. En promedio, cada mexicano consume alrededor de mil 978 metros cúbicos de agua al año, superando el promedio mundial de mil 385 metros cúbicos. Solo el cinco por ciento de este vital líquido se destina a las actividades diarias, como la preparación de alimentos y la limpieza personal y del hogar, mientras que el 95 por ciento restante se utiliza de manera indirecta, incluyendo hábitos alimenticios y de consumo.
En el año 2020, México se posicionó como el principal consumidor de agua embotellada a nivel mundial, a pesar de que el costo es hasta 108 veces mayor que el del agua potable proporcionada por los servicios públicos. Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los hogares mexicanos destinan entre el 5 y el 10 por ciento de sus ingresos mensuales en agua embotellada.
Recientemente, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) realizó un estudio exhaustivo para evaluar la calidad de diversas marcas de agua embotellada. Este análisis abarcó desde la verificación de la etiqueta hasta pruebas microbiológicas para garantizar la ausencia de patógenos, así como pruebas fisicoquímicas para asegurar que el agua cumpla con los estándares establecidos.
Las marcas de agua embotellada que cumplieron satisfactoriamente con todas las pruebas de calidad son:
- Peñafiel
- Bonafont
- Ciel
- Nestlé Pureza Vital
La PROFECO también reveló que hay tres factores principales que contribuyen al alto consumo de agua embotellada en México: la falta de confianza en los sistemas operadores de agua, la mayor disponibilidad y conveniencia de las botellas de agua, y la ausencia de una regulación sólida para esta industria en expansión.
Sin embargo, el estudio de la PROFECO también resalta las preocupaciones ambientales asociadas con el uso excesivo de botellas de plástico. Estas botellas pueden tardar hasta 500 años en degradarse en los océanos, lo que representa una amenaza para la vida marina. De hecho, se encontró que el 6 por ciento de los residuos plásticos en ocho áreas naturales protegidas mexicanas corresponde a botellas de plástico.