Cada año, desde 2014, se lleva a cabo una campaña de ventas en línea conocida como Hot Sale, con el propósito de fomentar el comercio electrónico y ofrecer a los consumidores descuentos exclusivos. En esta ocasión, el Hot Sale está programado para comenzar el 15 de mayo y concluir el 23 del mismo mes.
Sin embargo, con las ventas en línea, los consumidores enfrentan un mayor riesgo de ser víctimas de fraudes o estafas, también conocidos como delitos cibernéticos.
Entre los delitos cibernéticos más comunes asociados con eventos de comercio electrónico se encuentran:
Phishing: Se trata de un tipo de ataque que se lleva a cabo mediante correos electrónicos fraudulentos que parecen legítimos y buscan engañar a los usuarios para que revelen información confidencial, como contraseñas, números de tarjetas de crédito o datos personales.
Fraude con tarjeta de crédito: Los delincuentes pueden obtener información de tarjetas de crédito de diversas maneras, como el robo físico de tarjetas o el acceso no autorizado a bases de datos de comercios.
Ransomware: Este software malicioso es utilizado por los ciberdelincuentes para bloquear el acceso a los sistemas informáticos de las víctimas y exigir un rescate para restaurar el acceso. Durante el Hot Sale, los ataques de ransomware pueden aumentar.
Fraude en la entrega de productos: Los estafadores aprovechan la popularidad del Hot Sale para ofrecer productos a precios muy bajos o inexistentes, con el objetivo de atraer a los compradores. Sin embargo, una vez realizado el pago, los productos no son entregados o son de baja calidad.
Robo de identidad: En este tipo de fraude, los delincuentes obtienen información personal de las víctimas, como nombres, direcciones, números de identificación y datos financieros, para realizar transacciones fraudulentas o cometer otros delitos en nombre de la persona afectada.
Falsificación de sitios web: Los estafadores crean sitios web falsos que imitan a tiendas legítimas para engañar a los usuarios y robar su información financiera o personal. Estos sitios suelen tener un aspecto muy similar al original, lo que dificulta que los usuarios detecten la estafa. Es fundamental verificar la autenticidad de los sitios web antes de realizar cualquier transacción.
