La resistencia antimicrobiana (AMR) provocó aproximadamente 5 millones de muertes en todo el mundo en 2019, de las cuales cerca de 515,000 podrían haberse evitado anualmente mediante la vacunación, según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta entidad insta a intensificar la investigación en el desarrollo de vacunas.
El estudio se enfoca en 44 vacunas que están en fases de desarrollo y destaca la necesidad de acelerar los ensayos clínicos de estas vacunas, así como de optimizar el uso de las que ya están disponibles. La OMS clasifica la AMR como una de las mayores amenazas para la salud pública, tanto en la actualidad como en el futuro.
La resistencia antimicrobiana se refiere al fenómeno en el que las bacterias y otros patógenos dejan de responder a los tratamientos convencionales con antimicrobianos, un problema que se ha visto agravado por el uso excesivo de antibióticos, lo que ha incrementado la resistencia de diversas infecciones.
En mayo pasado, la OMS actualizó su lista de bacterias que representan una amenaza significativa para la salud humana debido a su creciente resistencia a los antibióticos. Entre las bacterias de alta prioridad se encuentran la salmonella y la shigella, que tienen una alta incidencia en países en desarrollo, así como otras como pseudomonas aeruginosa y staphylococcus aureus, que frecuentemente causan infecciones en entornos con servicios sanitarios.
Por ejemplo, se estima que alcanzar una cobertura mundial del 90% en la vacunación de niños y ancianos contra el neumococo, uno de los patógenos más letales con resistencia a antibióticos, podría prevenir alrededor de 27,100 muertes al año.
Frente a esta situación, la OMS solicita a los países que reconozcan el papel fundamental de las vacunas en la prevención de enfermedades relacionadas con la AMR y que las incluyan en las estrategias globales, nacionales y regionales para combatir estas condiciones.
Además, la OMS hace un llamado para promover el desarrollo de ensayos clínicos mediante la creación de guías para vacunas que sean difíciles de investigar, así como para garantizar el acceso a estas vacunas para las poblaciones más vulnerables.
Fuente: informador.mx