Es cierto que sucumbir a un bocadillo nocturno o cenar tarde puede resultar tentador, pero está científica y médicamente comprobado que esto puede tener graves consecuencias para el organismo, especialmente para el sistema digestivo. Aquí te explicamos algunas de las repercusiones.
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Al igual que cualquier mal hábito alimenticio, alterar tus horarios de comida puede tener como consecuencia principal la aparición de enfermedades. Por ejemplo, la alteración del proceso digestivo puede provocar una disminución en la presión sanguínea, lo que afecta directamente la presión arterial.
Otro factor a considerar es el aumento de peso y la obesidad, causados por consumir alimentos pesados y luego irse inmediatamente a la cama.
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Es importante destacar que si tienes antecedentes de padecimientos relacionados con el reflujo, estos podrían agravarse, desde desencadenar acidez estomacal hasta náuseas, y en el peor de los casos, aumentar el riesgo de cáncer de esófago.