Durante nuestra niñez y adolescencia, muchos recordamos cómo nuestras madres o padres solían añadir huevos crudos, ya sean de codorniz o de gallina, a nuestros batidos matutinos, ya fuera de chocolate o de frutas, argumentando que nos proporcionaban vitaminas para crecer sanos y fuertes. Aunque a menudo no nos gustaba, terminábamos por beber la mezcla sin objeciones. Ahora, con el paso del tiempo, surge la pregunta de si realmente era beneficioso para nuestra salud o si, por el contrario, representaba un riesgo.
La mezcla de huevo crudo con frutas o chocolate en polvo licuados con leche solía resultar en una textura espesa y un sabor no muy agradable. A primera vista, podría parecer una opción saludable, ya que los huevos son una buena fuente de proteínas; sin embargo, los expertos señalan que el consumo de huevo crudo puede conllevar riesgos para la salud.
El huevo crudo puede contener la bacteria salmonela, la cual puede provocar salmonelosis en los seres humanos, una enfermedad que afecta el tracto intestinal.
Según el portal Mayo Clinic, algunas personas pueden no presentar síntomas, mientras que otras pueden experimentar diarrea, fiebre y calambres abdominales. Aunque la enfermedad generalmente es tratable, en casos graves, si no se trata adecuadamente, puede llevar a la deshidratación y poner en peligro la vida del individuo.
El sitio Gastrolab enfatiza que siempre se debe cocinar el huevo para eliminar las bacterias que pueda contener. Del mismo modo que con la carne de pollo, no es recomendable lavarlos, ya que esto podría ocasionar contaminación cruzada, lo que podría resultar en problemas graves de salud.