
La preparación para una prueba de sangre generalmente implica un período de ayuno de 8 a 12 horas, aunque tu médico te dará instrucciones precisas sobre la duración específica. En algunos casos, es posible que se te pida abstener de consumir alcohol durante un período aún más prolongado.
Según la información proporcionada por Medline Plus de la Biblioteca Nacional de Medicina del gobierno de Estados Unidos, si tu prueba de sangre requiere ayuno, lo ideal es programarla temprano en la mañana. De esta manera, la mayor parte del ayuno ocurrirá mientras duermes, lo que puede resultar más cómodo.
¿Por qué es necesario ayunar antes de una prueba de sangre?
Cuando ingieres alimentos o bebidas, tu cuerpo absorbe azúcar, proteínas y otros nutrientes a través del torrente sanguíneo. Estos nutrientes pueden afectar los resultados de ciertas pruebas de sangre, lo que podría conducir a un diagnóstico incorrecto. El ayuno ayuda a garantizar que los resultados sean lo más precisos posible.
¿Puedo consumir algo aparte de agua durante el ayuno?
No. El jugo, el café, los refrescos y otras bebidas pueden influir en los resultados de la prueba al introducir sustancias en el torrente sanguíneo. Sin embargo, el agua natural está permitida e incluso se recomienda antes de la prueba. Beber agua ayuda a mantener una mejor hidratación y facilita la extracción de la muestra de sangre.