¿Te has dado cuenta de que algunas áreas de tu casa tienen mejor conectividad a internet que otras? Esto puede deberse a objetos que obstaculizan la señal de tu WiFi.
Los routers son esenciales para permitir que los dispositivos se conecten a la red inalámbrica. Hay muchas variedades en el mercado, cada una diseñada para satisfacer distintas necesidades, ya sea en el hogar o en la oficina.
Para optimizar el rendimiento del router, es crucial colocarlo correctamente. Si cuenta con antenas internas, lo ideal es posicionarlo horizontal o verticalmente, según el diseño del dispositivo. Sin embargo, nunca debes colocar objetos sobre o a los lados del router, ya que esto podría causar problemas de sobrecalentamiento y afectar la ventilación.
Ubicar el router sobre una mesa o un mueble de madera con un área despejada es una buena práctica para evitar interferencias en la señal. A veces, lo que parece un simple objeto puede afectar significativamente la conectividad de tus dispositivos.
Algunos objetos que suelen interferir con la señal del WiFi incluyen:
- Elementos metálicos y otros dispositivos electrónicos
- Espejos y electrodomésticos
- Televisores, microondas y altavoces
- Bases de teléfonos inalámbricos
- Muebles cerrados, como cajones o armarios
- Áreas distantes de uso frecuente
- Muros gruesos, sótanos o cuartos desordenados
- Libros u otros obstáculos que se encuentren sobre el router
Además, asegúrate de que el router tenga suficiente espacio para la ventilación, ya que el sobrecalentamiento puede llevar a fallas en el dispositivo. Evalúa las distintas áreas de tu hogar y selecciona un lugar donde todos los miembros de la familia puedan acceder al WiFi sin importar en qué habitación se encuentren.
Por último, sigue las recomendaciones de tu proveedor de servicios de internet y adopta prácticas adecuadas para prolongar la vida útil de tus dispositivos.
