La doctora Catherine Wu, una destacada investigadora oncológica del Instituto Oncológico Dana-Farber en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, ha sido recientemente galardonada con el prestigioso premio Sjöberg por la Real Academia Sueca de Ciencias. Este reconocimiento destaca sus notables contribuciones al desarrollo de vacunas personalizadas contra el cáncer, basadas en la composición genética de cada tumor.
Wu ha liderado avances significativos en este campo, con especial atención en tratamientos para melanomas y cánceres de páncreas, entre otros, mostrando resultados prometedores en ensayos clínicos preliminares. Su compromiso con la investigación oncológica surge desde su infancia, influenciada por la cobertura mediática sobre la lucha contra el cáncer, que la inspiró a buscar una cura.
TE RECOMENDAMOS: CFE anuncia descuentos para usuarios con paneles solares
La medicina y la ciencia han estado incesantemente buscando tratamientos más efectivos y menos invasivos contra el cáncer desde la segunda mitad del siglo XX. El surgimiento de los inhibidores de puntos de control en 2011 marcó un hito importante, potenciando la actividad antitumoral de las células T, un componente clave del sistema inmunológico.
Aunque estos tratamientos representan un avance considerable, su eficacia no es universal, lo que resalta la necesidad de explorar nuevas vías para potenciar el sistema inmunológico contra el cáncer. En este contexto, la investigación sobre pequeñas mutaciones en las células tumorales cobra especial relevancia, identificando neoantígenos tumorales, proteínas ligeramente diferentes a las de las células sanas.
Estas diferencias permiten al sistema inmunológico reconocerlas como extrañas y susceptibles de ataque. Gracias a un trabajo de laboratorio minucioso, se han identificado neoantígenos presentes en la superficie de las células, abriendo la puerta a la elaboración de vacunas dirigidas, una estrategia que representa un cambio paradigmático en el tratamiento del cáncer hacia una intervención más específica y con menores efectos secundarios.
La tecnología desarrollada por Wu se basa en la secuenciación del ADN de células sanas y cancerígenas para identificar neoantígenos tumorales únicos, permitiendo la creación de vacunas personalizadas que activan el sistema inmunitario del paciente para atacar las células cancerosas. Este enfoque innovador, probado en pacientes con melanoma avanzado, ha mostrado resultados prometedores, superando escepticismos iniciales sobre su viabilidad y seguridad.
TE RECOMENDAMOS: Smartwatches y anillos que miden el azúcar sin agujas “podrían ser peligrosos”, advierte la FDA
Los resultados publicados en Nature en 2017, junto con investigaciones lideradas por los fundadores de BioNTech, ofrecen una “prueba de principio” de la efectividad de las vacunas dirigidas a tumores individuales. Cuatro años después, se observó que las respuestas inmunitarias mantenían bajo control las células cancerosas, brindando esperanza en la lucha contra esta enfermedad devastadora.