Un grupo de investigadores estadounidenses ha desarrollado un modelo que puede predecir con un 73,5% de precisión cuándo una persona experimentará “escalofríos estéticos” al escuchar música hermosa o un discurso inspirador. Este fenómeno, conocido coloquialmente como “ponerse la piel de gallina”, ha sido objeto de estudio debido a su conexión con las respuestas emocionales y sensoriales de las personas.
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Estudio y metodología
El estudio, liderado por Felix Schoeller y sus colegas, incluyó a 2.937 participantes del sur de California, a quienes se les realizó una encuesta en línea para recopilar datos sobre sus personalidades, antecedentes demográficos y estado emocional. Posteriormente, los encuestados fueron expuestos a 40 clips audiovisuales seleccionados de las redes sociales, que habían sido reportados por los usuarios como inductores de “escalofríos estéticos”.
Los clips incluían actuaciones corales, discursos, lecturas de poemas, canciones pop y escenas de películas, entre otros estímulos emocionales.
Factores predictivos
El modelo desarrollado por los investigadores identificó varios factores que correlacionan con la probabilidad de experimentar “escalofríos estéticos” al observar o escuchar un clip:
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- Estado emocional: Las personas alerta y de buen humor tenían más probabilidades de experimentar este fenómeno que aquellas que se encontraban cansadas o de mal humor.
- Factores demográficos: El estudio reveló que las personas de entre 35 y 44 años, de género masculino, demócratas y con un título de posgrado mostraron una mayor predisposición a sentir “escalofríos estéticos”.
- Características psicológicas: La extraversión, la escrupulosidad y puntuaciones altas en escalas psicológicas especializadas que miden la propensión a ser conmovido emocionalmente y absorbido en el momento también se correlacionaron con la experiencia de “escalofríos estéticos”.
Implicaciones futuras
Los autores del estudio sugieren que investigaciones adicionales sobre cómo las experiencias emocionales están determinadas por variables psicológicas, demográficas y culturales podrían eventualmente informar el uso de “escalofríos estéticos” como tratamiento no farmacéutico para trastornos afectivos, como la depresión. Este hallazgo podría tener implicaciones significativas en el desarrollo de enfoques terapéuticos alternativos basados en respuestas emocionales y sensoriales.
El estudio destaca la compleja interacción entre la emoción, la cognición y la sensación física, ofreciendo una visión más profunda de cómo las personas experimentan y responden a estímulos emocionales en su entorno.
