Aunque la Pensión del Bienestar se ha convertido en un derecho constitucional, existen varias razones que pueden llevar a la pérdida definitiva de los 6 mil pesos bimestrales que ofrece el programa a los adultos mayores. A continuación, se detallan los motivos por los cuales un beneficiario podría ser excluido del programa, según las reglas de operación vigentes:
CURP en estatus de defunción: Si la Clave Única de Registro de Población (CURP) del beneficiario está registrada como “baja por defunción”, se procederá a su eliminación del padrón de beneficiarios. En caso de confirmarse el fallecimiento del beneficiario, ya sea a través de un informe oficial o por la notificación de un auxiliar, se realizará la baja correspondiente.
Inconsistencias en los datos de identificación: Si se descubren documentos de identidad falsificados, pertenecientes a otra persona o que presentan información contradictoria, se procederá a la cancelación de la pensión.
Dos no cobros consecutivos: El beneficiario que no se presente a recoger el pago en efectivo durante dos bimestres consecutivos será dado de baja del programa.
Duplicidad de beneficiarios: En caso de que se detecte que el beneficiario está registrado más de una vez, se podrá perder el apoyo económico.
Inconsistencias en el medio de cobro: Si se verifica que hay alteración o falsificación en los documentos utilizados para el cobro de la pensión, el beneficiario será eliminado del padrón.
No localización del beneficiario: Si, tras realizar dos visitas consecutivas al domicilio del beneficiario en distintos horarios y días, no se logra localizar al adulto mayor, se procederá a su baja del programa.
No recoger el medio de cobro: Si el beneficiario no recoge su tarjeta del Bienestar después de dos bimestres, perderá el derecho al apoyo económico.
Cobro simultáneo: Si se detecta que el beneficiario está registrado en el padrón en más de una ocasión y ha recibido pagos o depósitos en diferentes bimestres, se procederá a su baja.
Baja voluntaria: El beneficiario tiene la opción de darse de baja del programa en cualquier momento si así lo decide por voluntad propia.
Es esencial que los beneficiarios conozcan estos motivos para evitar la pérdida del apoyo económico y asegurarse de cumplir con los requisitos del programa.