El verano en México se distingue por sus lluvias intensas y la proliferación de insectos de temporada, especialmente los mosquitos. Estos pequeños y ruidosos insectos pueden transmitir enfermedades como el dengue, que en algunos casos puede ser grave e incluso mortal.
Según la Secretaría de Salud (SSa), el dengue es una enfermedad seria que a menudo requiere hospitalización. La SSa subraya que no hay un tratamiento específico para el dengue, lo que hace crucial estar atento a los síntomas que suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito. En áreas con brotes de dengue, cualquier síntoma similar a la gripe debe ser motivo para consultar a un médico que pueda hacer un diagnóstico rápido y adecuado.
Las personas más vulnerables a desarrollar dengue grave incluyen:
- Aquellos que ya han tenido dengue
- Bebés y mujeres embarazadas
Los síntomas del dengue incluyen:
- Fiebre
- Dolor de cabeza intenso
- Náuseas y/o vómitos
- Malestar general
- Dolor muscular o articular
- Dolor detrás de los ojos
- Sarpullido
El dengue grave puede manifestarse con dolor abdominal, cansancio extremo y sangrado por la nariz y las encías. Según la Revista Médica de la Universidad Autónoma de Sinaloa (volumen 9, número 3, julio de 2019), el dengue grave es una complicación “potencialmente mortal” debido a la extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. Las 24 a 48 horas de la fase crítica pueden ser letales.
La prevención más eficaz contra el dengue es evitar la proliferación de mosquitos en áreas cercanas a las personas. Esto incluye eliminar criaderos de mosquitos y destruir sus larvas cuando se encuentren. Es importante tapar recipientes con agua y evitar el estancamiento del agua de lluvia.
Se recomienda no automedicarse y evitar medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno, ya que pueden aumentar el riesgo de hemorragia y complicar la enfermedad.