La extorsión telefónica continúa siendo una táctica frecuente para engañar a los ciudadanos y obtener información confidencial, como datos bancarios. Los delincuentes emplean diversos pretextos, como el supuesto secuestro de un familiar o la notificación de un falso premio, para sensibilizar a la víctima y perpetrar el fraude.
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Ante una llamada sospechosa, es crucial evitar proporcionar datos personales, transferir dinero, abrir enlaces de páginas web desconocidas o realizar transacciones bancarias. Los expertos en ciberseguridad aconsejan no acceder a enlaces enviados por mensajes telefónicos o a través de WhatsApp por remitentes desconocidos.
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En caso de ser víctima de extorsión, la Guardia Nacional brinda apoyo a través del número de atención 089. Al comunicarse, se puede exponer el caso y recibir la debida orientación, siendo canalizado hacia las instancias correspondientes.
