Se ha generado un prolongado debate en la Cámara de Diputados respecto a la propuesta de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas en las últimas semanas. Los miembros de la Cámara realizaron diversas recomendaciones y modificaciones al proyecto, lo que llevó a que el dictamen fuera devuelto a la Comisión de Puntos Constitucionales.
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Como resultado, el dictamen ha vuelto a someterse a discusión en un parlamento abierto para abordar las recomendaciones y se anticipa la necesidad de crear un nuevo análisis para su próxima revisión y discusión. Jorge Romero, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), señaló que las discusiones y cambios en este dictamen no se resolverán en el año 2023.
Romero explicó: “En el año 2023 se convierte en una reforma constitucional, porque, aunque salga de esta Cámara a principios de diciembre, es imposible que el Senado lo apruebe. Suponiendo que saliera del Senado, es imposible que las 17 legislaturas, que están a punto de entrar en un periodo de receso, puedan aprobarlo en menos de cinco minutos, a eso me refería”.
¿Quiénes se verían beneficiados con la reducción de la jornada laboral?
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Aquellos que disfrutarían de esta reducción de 48 a 40 horas serían las personas contratadas formalmente bajo las prestaciones indicadas por la Ley Federal del Trabajo (LFT). Sin embargo, los trabajadores independientes y por honorarios no contarían con este beneficio.
