El martes, Estados Unidos lanzó una severa advertencia a Irán tras su ataque con misiles balísticos dirigido a Israel, destacando que el incidente representó una escalada significativa en la tensión de la región. Según el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, las fuerzas militares estadounidenses colaboraron con Israel para frustrar el ataque, y la administración de Biden está en conversaciones con el gobierno israelí para coordinar una respuesta.
“Este es un acontecimiento significativo”, afirmó Sullivan desde la Casa Blanca, subrayando que habrá graves consecuencias para Irán como resultado de esta acción. Aunque no detalló las posibles medidas a tomar, Sullivan no hizo un llamado a la moderación israelí, como ocurrió en abril tras un ataque similar con drones y misiles de Irán.
El Gobierno de Biden sigue monitoreando la situación y recopilando información. Este ataque supone un aumento de las tensiones, a pesar de los esfuerzos diplomáticos recientes y las promesas de un posible alto el fuego en el conflicto de Gaza.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris enfrentan críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos por el continuo apoyo militar a Israel, en un contexto cada vez más complejo de política exterior durante los últimos meses del mandato de Biden.
Fuente: El Economista