En Skegness, Lincolnshire, Inglaterra, un niño de dos años falleció de inanición, encontrado acurrucado junto al cuerpo de su padre, quien sufrió un mortal infarto. El pequeño Bronson Battersby fue descubierto sin vida junto a su padre Kenneth, de 60 años, 14 días después de su última aparición.
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Según informes locales, la madre del niño, Sarah Piesse, de 43 años, lo vio por última vez antes de Navidad, tras una disputa con Kenneth. Se presume que su ex pareja murió por un ataque al corazón no antes del 29 de diciembre.
Un trabajador social, luego de no obtener respuesta en visitas programadas, contactó a la policía el 2 de enero al no localizar al niño. Los cuerpos fueron descubiertos cuando el trabajador social ingresó a la casa con una llave proporcionada por el propietario dos días después.
Kenneth, desempleado y con problemas cardíacos previos, había sufrido una grave ictericia meses antes de su fallecimiento. La autopsia reveló que Bronson murió de deshidratación y hambre debido a la muerte de su padre.
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La madre, angustiada, expresó su incapacidad para sostener a su hijo al identificarlo, dado que su cuerpo era extremadamente frágil. Heather Sandy, directora ejecutiva de servicios para niños de Lincolnshire, anunció una revisión del caso en colaboración con agencias asociadas para comprender mejor las circunstancias y esperar los resultados de la investigación forense.
