La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los Estados miembros a considerar el aumento de los impuestos sobre el consumo de alcohol y bebidas azucaradas como una medida efectiva para abordar diversos problemas de salud pública. La agencia de Naciones Unidas ha emitido recomendaciones basadas en nuevos estudios que revelan que la mayoría de los países no están utilizando los impuestos de manera eficaz para fomentar hábitos saludables.
Según la OMS, los datos indican que la mitad de los países que gravan las bebidas azucaradas también imponen impuestos al agua, una práctica que la organización desaconseja.
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Aunque 108 países aplican impuestos a las bebidas azucaradas y 148 a productos alcohólicos, la OMS considera que estas medidas son insuficientes para promover comportamientos más saludables.
La OMS destaca que el consumo de alcohol es responsable de 2.6 millones de muertes anuales, y las dietas poco saludables causan la muerte de 8 millones de personas.
En este contexto, la aplicación de impuestos a productos perjudiciales se presenta como una estrategia que podría conducir a poblaciones más saludables y generar ingresos adicionales para que los gobiernos puedan financiar servicios públicos.
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Rüdiger Krech, director para la promoción de la salud de la OMS, subraya que la imposición de impuestos a productos poco saludables tendría un impacto positivo en la sociedad al reducir las enfermedades y proporcionar recursos adicionales.
Un estudio realizado en 2017 respalda esta idea, sugiriendo que un aumento del 50% en los impuestos al alcohol podría prevenir más de 21 millones de muertes en 50 años y generar cerca de 17 billones de dólares en ingresos adicionales, equivalente a los ingresos gubernamentales totales de ocho de las economías más grandes del mundo en un año.
