Salud

Señales tempranas del linfoma: síntomas a los que debes prestar atención

Señales tempranas del linfoma: síntomas a los que debes prestar atención
Foto: Unsplash/El S

El linfoma es un tipo de cáncer que afecta a los ganglios linfáticos, una parte clave del sistema inmunológico. Existen dos tipos principales de linfoma: Hodgkin y no Hodgkin, y aunque los síntomas varían según el tipo y la persona, hay algunas señales de alerta comunes que pueden ser indicativas de un problema. Detectar estos síntomas temprano es vital para un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz.

Ganglios linfáticos inflamados: Uno de los primeros y más comunes síntomas es la presencia de ganglios agrandados. Estos ganglios, que suelen estar en el cuello, las axilas o la ingle, pueden sentirse como bultos bajo la piel y pueden ser indoloros o dolorosos. Es importante monitorear si estos ganglios permanecen inflamados por un largo periodo.

Fatiga inexplicable: La fatiga persistente, que no mejora con el descanso, es otro síntoma clave. Este cansancio extremo puede interferir con las actividades diarias y no tiene una causa evidente, como el estrés o la falta de sueño. En el linfoma, esta fatiga puede deberse al esfuerzo del cuerpo por combatir la enfermedad o a la anemia asociada.

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Sudores nocturnos: Los sudores nocturnos intensos, que empapan las sábanas, son comunes en el linfoma. No están relacionados con el clima o la actividad física y pueden ocurrir repetidamente durante la noche.

Fiebre sin causa aparente: Una fiebre persistente o recurrente, sin causa aparente, es otro signo de alerta. Aunque una fiebre baja ocasional no es motivo de preocupación, si persiste durante varias semanas sin infección evidente, podría estar relacionada con el linfoma.

Pérdida de peso inexplicable: Una pérdida de peso rápida e inexplicable, sin cambios en la dieta o el nivel de actividad física, puede ser una señal de que el cuerpo está luchando contra una enfermedad grave como el linfoma.

Comezón en la piel: Aunque menos común, algunos pacientes experimentan comezón persistente en la piel sin una erupción visible. Este síntoma no responde a tratamientos comunes para la piel.

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Tos persistente o dificultad para respirar: Si el linfoma afecta los ganglios linfáticos en el tórax, puede provocar una tos constante o dificultad para respirar, debido a la presión en las vías respiratorias o la acumulación de líquidos en los pulmones.

Dolor abdominal: El linfoma también puede afectar los ganglios en el abdomen, lo que provoca dolor abdominal, sensación de plenitud o problemas digestivos. Estos síntomas pueden variar desde molestias leves hasta dolor intenso.

Es importante recordar que muchas de estas señales también pueden estar relacionadas con otras condiciones menos graves. Si experimentas varios de estos síntomas de manera persistente, es crucial consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada. El diagnóstico temprano es clave para mejorar las posibilidades de tratamiento y recuperación. Estar atento a los signos de advertencia y buscar atención médica temprana puede marcar una gran diferencia en el manejo del linfoma.

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