México

¿Por qué AMLO no pudo bajar el precio de las gasolinas en México?

El presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo en 2018 con el compromiso de reducir el precio de las gasolinas en México, una de sus promesas clave durante su campaña. Sin embargo, varios factores tanto internos como externos han dificultado que esta promesa se cumpla plenamente. A continuación, se presentan las principales razones que explican por qué no ha sido posible una disminución significativa en el precio del combustible.

Precios internacionales del petróleo

México depende en gran medida de las importaciones de gasolina debido a la limitada capacidad de refinación en el país. El precio de la gasolina en el mercado nacional está estrechamente ligado a las fluctuaciones del precio del petróleo en los mercados internacionales. Cuando el costo del crudo aumenta, es complicado mantener precios bajos en México, ya que el valor del combustible está directamente relacionado con esas variaciones globales. A pesar de los esfuerzos por modernizar las refinerías existentes y construir una nueva refinería en Dos Bocas, esto no ha sido suficiente para reducir la dependencia de las importaciones.

Subsidios al precio del combustible

Para evitar incrementos abruptos en el precio de la gasolina, el gobierno de López Obrador ha aplicado subsidios mediante el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Durante momentos de crisis globales, como la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania, estos subsidios han permitido amortiguar el impacto del aumento en los precios del petróleo. Sin embargo, mantener este tipo de medidas tiene un alto costo para las finanzas públicas, lo que limita la capacidad del gobierno para sostener precios bajos de manera constante sin afectar otros sectores del presupuesto.

Infraestructura de refinación insuficiente

La capacidad de refinación de México ha sido insuficiente para cubrir la demanda interna de combustibles. A pesar de los esfuerzos del gobierno para rehabilitar las refinerías y avanzar en la construcción de Dos Bocas, la producción nacional de gasolina no ha aumentado de manera considerable. Esto ha obligado al país a seguir dependiendo de la importación de gasolina, particularmente de Estados Unidos, lo que expone a México a las fluctuaciones del mercado internacional y dificulta una reducción sostenida en los precios.

Volatilidad del mercado global

Los precios del petróleo y, por ende, de los combustibles, se ven influenciados por eventos globales que escapan al control del gobierno mexicano. Conflictos como la guerra en Ucrania y la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19 han provocado incrementos en los precios internacionales del petróleo. Aunque el gobierno de López Obrador ha implementado medidas para contener el impacto en los precios locales, la volatilidad del mercado global continúa afectando el costo de la gasolina en el país.

Políticas energéticas de largo plazo

El gobierno de López Obrador ha apostado por una estrategia de autosuficiencia energética a largo plazo. Esto incluye la rehabilitación de refinerías y la construcción de nueva infraestructura, como la refinería de Dos Bocas. Sin embargo, estos proyectos requieren tiempo para ser completados y reflejarse en una producción nacional de combustibles suficiente para reducir la dependencia de las importaciones. Mientras tanto, los precios de la gasolina siguen estando condicionados por factores externos.

En conclusión, aunque el presidente López Obrador ha intentado mantener el precio de las gasolinas estable mediante subsidios y políticas energéticas, la realidad del mercado internacional y las limitaciones de la infraestructura nacional han impedido que su promesa de reducir los precios se materialice. La situación sigue dependiendo de factores globales y de la evolución de los proyectos energéticos en el país.

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