Un equipo de la Universidad de Queensland se aventuró en la Amazonía ecuatoriana en busca de la mítica anaconda verde del norte (Eunectes akayima), cuya existencia previamente no estaba documentada. Esta misión fue en respuesta a una invitación del pueblo Waorani, quienes mencionaron la presencia de anacondas que se rumoreaba que eran las más grandes del mundo.
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El profesor Bryan Fry, líder del equipo y biólogo de la Universidad de Queensland, explicó que se unieron a cazadores locales en una expedición de 10 días en la región de Bameno del territorio Baihuaeri Waorani. Durante esta exploración, remaron río abajo y avistaron varias anacondas en aguas poco profundas, acechando a sus presas.
Las anacondas son conocidas como serpientes constrictoras gigantes que habitan en ambientes acuáticos o cercanos a ellos en zonas cálidas de América del Sur.
El descubrimiento más asombroso del equipo fue una anaconda hembra que medía impresionantes 6,3 metros (20,7 pies) de longitud. Además, escucharon relatos de avistamientos de serpientes de hasta 7,5 metros (24,6 pies) y 500 kilogramos (1100 libras) en el área.
Según el Museo de Historia Natural del Reino Unido, las anacondas verdes son las serpientes más pesadas del mundo, con la más grande registrada pesando 227 kilogramos (500 libras), midiendo 8,43 metros de largo (27,7 pies) y 1,11 metros (3,6 pies) de ancho.
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Aunque la pitón reticulada tiende a ser más larga, las anacondas verdes son más pesadas. Además, los expertos descubrieron que la nueva especie de anaconda verde del norte se separó de la anaconda verde del sur hace casi 10 millones de años, con una diferencia genética del 5,5%.
Estos hallazgos, publicados en la revista MDPI Diversity, podrían ayudar a entender mejor la diversidad de las anacondas y su importancia como indicadores de la salud de los ecosistemas. Sin embargo, advierten sobre las crecientes amenazas que enfrenta el Amazonas, incluida la deforestación, los incendios forestales, la sequía y el cambio climático, que ponen en peligro a especies únicas como las anacondas.