En México, especialistas advierten que el 85% de las empresas contribuye a crear condiciones laborales perjudiciales, lo que conlleva la aparición de trastornos físicos, psicológicos y de relaciones interpersonales entre los trabajadores.
Estas compañías mantienen entornos laborales que fomentan riesgos ocupacionales, como cargas de trabajo desequilibradas, estilos de liderazgo negativos y jornadas laborales poco saludables. Esta situación, que se ha normalizado en las últimas dos décadas, genera un ambiente de trabajo tóxico que propicia estrés, adicción al trabajo y afecta las dinámicas sociales y familiares, impactando negativamente en la sociedad en su conjunto.
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Ante esta problemática, a nivel mundial se enfoca la atención en abordar la salud ocupacional en las organizaciones. Se han identificado diez puntos clave que revelan un entorno laboral tóxico, incluyendo un liderazgo negativo, la falta de definición de roles y responsabilidades, la ausencia de planificación y estrategia, entre otros aspectos.
En el marco legal mexicano, la Norma Oficial Mexicana 035 establece los lineamientos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en el trabajo, con el objetivo de promover un entorno organizacional favorable para la salud mental de los trabajadores. Estas normas, emitidas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, buscan garantizar condiciones mínimas en materia de seguridad, salud y medio ambiente laboral para prevenir accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo.
