El 15 de septiembre, un día que debería haber estado lleno de alegría, se convirtió en tragedia para la familia de Karla Stephany Guillén Leyva, una joven chiapaneca de 24 años que perdió la vida tras ser atropellada en California.
Karla, quien emigró a los Estados Unidos a los 12 años, fue arrollada por un conductor en estado de ebriedad, identificado como José Manuel, un migrante oaxaqueño.
Sueños truncados por una tragedia inesperada
Karla trabajaba en un McDonald’s para sustentar a su familia y fue atropellada al finalizar su jornada laboral. Según testigos, el conductor, aparentemente bajo los efectos del alcohol, perdió el control de su vehículo y la atropelló mientras cerraba su automóvil en el estacionamiento.
A pesar de que José Manuel fue detenido, pagó una fianza de 50 mil dólares y fue liberado con un grillete de GPS, lo que ha generado indignación entre familiares y amigos de Karla.
Una vida marcada por la lucha y el sacrificio
Karla dejó su tierra natal, Huixtla, Chiapas, cuando era niña, en busca de mejores oportunidades junto a su madre, Yovana Guillén Leyva. A pesar de las adversidades, se casó a los 18 años y formó una familia con dos hijos pequeños, quienes ahora están desamparados tras su trágica muerte. Su madre, Yovana, expresó entre lágrimas: “Es desgarrador saber que mis nietos preguntan todos los días: ‘¿Dónde está mi mamá?’”.
La familia de Karla ha sido testigo de sus esfuerzos por mejorar su situación migratoria y profesional. Karla soñaba con ser estilista y abrir su propio salón de belleza, un sueño que quedó inconcluso tras el fatídico accidente.
El clamor por justicia sigue en pie
Aunque José Manuel enfrenta restricciones legales, incluyendo la prohibición de salir de California, la familia de Karla clama por una justicia más rápida y contundente. “No es posible que una persona que haya hecho esto esté libre”, afirmó Yovana, recordando a su hija.
En las redes sociales, el hashtag #JusticiaParaKarlaStephany ha comenzado a ganar tracción, con miles de personas exigiendo que el responsable pague por su delito. Durante la primera audiencia, se informó que las investigaciones podrían extenderse por uno o dos años, generando incertidumbre y frustración en la familia. A pesar del dolor, han decidido no rendirse y continúan su lucha para que Karla no sea olvidada.
Una despedida dolorosa, pero llena de amor
El día de la cremación de Karla, su familia conmemoró lo que habría sido su cumpleaños número 24. En lugar de celebraciones, hubo lágrimas y recuerdos de una joven llena de sueños y esperanza. A pesar de su corta vida, Karla dejó una huella imborrable en quienes la conocieron, una huella que su familia está decidida a honrar buscando justicia.
Fuente: La Verdad Noticias