El papel fundamental de la hidratación en la salud es innegable. A menudo, asociamos la hidratación con los líquidos que consumimos, pero sorprendentemente, hasta el 20 por ciento proviene de los alimentos que ingerimos.
La adecuada hidratación es vital para el funcionamiento óptimo de nuestras células, tejidos y órganos. No solo nos ayuda a mantener una temperatura corporal adecuada, sino también a eliminar toxinas y a lubricar nuestras articulaciones.
Los expertos sugieren que la importancia de la hidratación aumenta con la edad. Si bien el agua es comúnmente considerada como la mejor opción, algunos estudios han demostrado que existen otras bebidas igualmente efectivas.
En 2016, un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition identificó las bebidas más hidratantes, revelando algunas sorpresas.
Entre las bebidas que hidratan más que el agua se encuentran la leche descremada, las soluciones de hidratación oral o sueros, la leche entera, el jugo de naranja, los refrescos de cola, tanto regulares como light, el té frío con hielo, el té y las bebidas deportivas isotónicas.
Aunque el agua no lidera esta lista, es la única que no aporta calorías adicionales. Sin embargo, se absorbe rápidamente y no proporciona una hidratación prolongada.