El ácido úrico es una sustancia que produce nuestro cuerpo al descomponer purinas, presentes tanto en nuestro organismo como en los alimentos que consumimos.
Los alimentos ricos en proteínas animales, como carnes y pescados grasos, contienen niveles elevados de purinas. Al metabolizarlas, el cuerpo genera ácido úrico.
Parte de este ácido úrico se utiliza para la regeneración celular, mientras que el exceso se elimina del cuerpo. Sin embargo, un consumo excesivo de proteínas y ciertas predisposiciones genéticas pueden provocar que los cristales de ácido úrico se depositen en las articulaciones, causando molestias agudas y potencialmente derivando en artritis crónica.
Las zonas del cuerpo más afectadas por estos depósitos cristalinos son las orejas, codos, manos, rodillas y tobillos.
Niveles elevados de ácido úrico pueden llevar a problemas de salud como cálculos renales, gota, síndrome metabólico e hipertensión arterial.
No obstante, ciertos alimentos pueden ayudar a controlar los niveles de ácido úrico:
- Sopas como el caldo de verduras y consomés no grasos
- Verduras y frutas
- Legumbres permitidas, como judías blancas y garbanzos, limitando lentejas, guisantes, habas y tofu a dos días por semana
- Pollo, pavo y conejo todos los días, y ternera y cerdo solo dos veces por semana
- Pescados blancos como merluza, lenguado y gallo
- Aceite de oliva o girasol
- Azúcar o miel, solo dos veces a la semana
- Harina, arroz, sémola, pasta y pan
- Leche y yogur desnatados
- Cualquier bebida que no contenga alcohol ni exceso de azúcar
