La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, anunció que los funcionarios de prisiones llevaron a cabo la ejecución de Kenneth Smith el jueves por la noche, completando así la primera ejecución mediante asfixia por gas nitrógeno, una alternativa propuesta por el estado como método más sencillo en lugar de las inyecciones letales.
El estado ha descrito su nuevo protocolo como “el método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre“.
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Tanto expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas como abogados de Smith, quien sobrevivió al intento previo de ejecución por inyección letal en Alabama, intentaron detener la ejecución, argumentando que el método era riesgoso y podría resultar en una muerte dolorosa o lesiones no mortales.
Asfixia por gas nitrógeno
Según el nuevo protocolo revelado en septiembre de forma confidencial, los funcionarios aseguraron a Smith en una camilla y le colocaron una máscara respiratoria comercial de seguridad industrial en la cara.
Esta máscara estaba conectada a un tanque de nitrógeno puro para evitar que inhalara oxígeno.
Alabama lo ha promocionado como “el método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre“, con la afirmación de que la persona perderá el conocimiento en uno o dos minutos y morirá poco después.
Aunque en el pasado se han utilizado gases venenosos como el cianuro de hidrógeno en ejecuciones, esta sería la primera vez que se ejecuta una pena de muerte en cualquier lugar utilizando un gas inerte para asfixiar a alguien, según expertos en pena capital.
Los opositores a la pena de muerte, incluidos expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas, han argumentado que el método equivale a experimentación con seres humanos y podría simplemente herirlo sin matarlo o conducir a una muerte tortuosa.
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“Es un día triste y horrible para todos, sea cual sea tu perspectiva”, dijo el reverendo Jeff Hood, asesor espiritual de Smith, en una entrevista antes de entrar en la prisión. “Pero creo que esto es particularmente horrible en el sentido de que vamos a llevar a cabo un experimento humano por primera vez. Vamos a asfixiar legalmente a alguien”.
Los estados de EE. UU. que aplican la pena de muerte enfrentan cada vez más dificultades para obtener los fármacos para las inyecciones letales, en parte debido a las restricciones impuestas por las empresas farmacéuticas. Estas restricciones, impuestas por órdenes europeas, prohíben suministrar productos para la tortura o ejecuciones a las prisiones.
Smith fue condenado por el asesinato de Elizabeth Sennett, esposa de un predicador, después de que él y un cómplice aceptaran una recompensa de mil dólares de su esposo por su muerte, según el testimonio presentado en el juicio.
Con información de Aristegui Noticias
