El dolor crónico, especialmente en las rodillas, puede ser extremadamente limitante y afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo experimentan. Entre las diversas investigaciones que destacan las propiedades analgésicas de ciertos alimentos, el ajo (Allium sativum) emerge como una opción destacada debido a sus poderosas propiedades antiinflamatorias y su capacidad para aliviar el dolor.
Perteneciente al género Allium y relacionado con las cebollas, el ajo ha demostrado ser efectivo en la reducción de la inflamación, siendo un aliado natural contra los dolores crónicos. Según un estudio publicado en Phytotherapy Research, el ajo, con su compuesto activo llamado alicina, puede proporcionar beneficios significativos a personas que padecen artritis reumatoide, una condición autoinmune que causa inflamación y dolor en las articulaciones.
Además de su capacidad para aliviar el dolor articular, el ajo ofrece otros beneficios para la salud:
- Propiedades expectorantes: Ayuda a aliviar los síntomas de la gripe y a reducir la tos.
- Apoyo en infecciones: Contribuye a mitigar síntomas de infecciones severas y mejora la digestión, facilitando un mejor descanso nocturno.
- Reducción de la retención de líquidos: Ayuda a combatir la retención de líquidos en el cuerpo.
- Control de la glucosa: Contribuye a reducir los niveles de azúcar en sangre y favorece la liberación de insulina, beneficiando a personas con diabetes.
Para maximizar los beneficios del ajo, se aconseja consumirlo crudo o ligeramente cocido. La cantidad recomendada es un diente de ajo al día. Una forma práctica de consumirlo es pelarlo, partirlo por la mitad y tragarlo con agua como si fuera una pastilla, sin masticar, para evitar el característico aliento que deja. También existen tabletas de extracto concentrado de ajo disponibles en tiendas especializadas, que pueden ser una alternativa conveniente.